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¿Quieren ser presidente?

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El resultado de las elecciones P.A.S.O. celebradas el domingo 9 de agosto, nos permite -pasada la excitación de los primeros días y observando el posterior comportamiento de los protagonistas- formular diversas hipótesis, emitir distintas opiniones y, aventurar pronósticos variados, respecto del potencial resultado de las próximas elecciones generales a celebrarse en el mes de octubre.

El treinta y ocho por ciento de votos obtenidos por el candidato Daniel SCIOLI, nos lleva a pensar que no ha hecho una mala elección, pero que a pesar de ello, el resultado ha dejado tanto en él como en los «K», «sabor a poco».

Para un observador imparcial, ese treinta y ocho por ciento obtenido por el «forzado delfín kirchnerista», parecería demostrar que para una parte importante de la sociedad argentina, la década y pico de gobierno del oficialismo tuvo «más luces que sombras»; «luces» que sigue «encandilándolos», a pesar de las negras, negrísimas «sombras» que los «K» produjeran con la implementación de un exacerbado populismo y con un muy marcado desmanejo de gestión, lo que han llevado a nuestra República a un exilio internacional y, a un gravísimo debilitamiento institucional y moral.

IMG-20150822-WA0000Para esta mayoría, las «epopeyas relatadas», los planes sociales desmedidos y desnaturalizados, la devaluación monetaria «a cuenta gotas» (que empobrece sin hacerlo notar estrepitosamente), son logros que iluminan de tal manera la vida argentina, que no hay «sombras» que les hagan mella.

Los amigos «K», en estas PASO, habrían demostrado ser mayoría, pero han dejado el «vaso a medio llenar». Como antes decíamos, se han quedado con «sabor a poco», con sabor a «casi llego».

Efectivamente, no llegaron al objetivo de asegurarse -dentro de lo que es «asegurable» en materia electoral- su mantenimiento en el poder.

Si van o no van a ganar la elección general en primera vuelta, es para los kirchneristas un verdadero albur y, conformarse con el «ballottage», es para ellos altísimamente riesgoso.-

La actitud asumida por los que alcanzaran el segundo y tercer puesto, léase Mauricio MACRI -que obtuviera casi un veinticinco por ciento- y Sergio MASSA -que sumara algo más de un catorce por ciento-, lleva a aquel mismo observador imparcial a preguntarse: ¿Quiéren ser Presidente?

Esa duda se torna entendible, ante el mutuo rechazo demostrado por ambos sectores -aunque justo es decirlo, mayormente propiciado por el PRO de Macri- a convenir en la estructuración de una andamiaje político, que en función de la realidad electoral vivenciada en la elección del pasado 9 de agosto, viabilice que uno de ellos alcance la Primera Magistratura de la Nación.

Esta posición de «mantenerse en sus trece», sosteniendo cada uno la expectativa de ampliar su «perfomance» y de que SCIOLI no logre aumentar la suya, no se presenta como una posición de rectitud política, sino más bien, como un exceso de personalismo, que lleva a poner en dudas la efectiva, sincera y real voluntad en estos hombres, de ser elegido presidente.

¿Será que se habrán «achicado»?

¿Le habrá entrado miedo a concretar el desafío?

Las elecciones «Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias», por su estructura y reglamentación, son un verdadero adelanto de opinión de la ciudadanía; si se quiere, son una elección general «disfrazada de interna», ya que al imponérselas legalmente como obligatorias y generales, vale el cuestionamiento sobre su pretendida esencia.

Si fueran derechamente una «interna», no se encontraría determinado el deber de votar, sean los electores independientes o afiliados a algún partido político. Incluso no existiría la posibilidad de sufragar en cualquiera de los partidos o frentes en competencia.

Mauricio Macri

Mauricio Macri

De allí que las PASO en Argentina, funcionen más que como una interna, como un «adelanto de opinión»

Ello así, parecería más que razonable y conducente atender políticamente al resultado de dicha elección; en la que se despejó toda duda sobre las posibilidades de cada uno de los candidatos; habiendo dado el pueblo claras pautas de los que son sus deseos.

El treinta y ocho por ciento quiere kirchnerismo.

Daniel Scioli

Daniel Scioli

El sesenta y dos por ciento restante quiere «un cambio de era»

En ustedes, los dos candidatos más votados después del «continuador del proyecto austral», está latente y muy presente la OBLIGACIÓN de decirnos a los ciudadanos, si mantienen posturas políticas absolutamente irreconciliables.

Si es así, si en lo único en que coinciden es en su deseo de desalojar del poder al kirchnerismo, entonces muy bien, sigan ¡cada uno por su camino!…

Pero si no es tan así, si cuentan con razonables posibilidades de construir un plan de gobierno coherente en lo sustancial, tanto en lo ideológico como en lo operativo; si están en condiciones de armonizar un cúmulo esencial de políticas centrales, de concretas políticas de Estado, pues entonces ¡Dejen de lado los personalismos y las estupideces! y, esfuércense en la conformación de un programa y de un curso de acción común, invitando también a los otros sectores minoritarios no extremos, a sumarse al mismo.-

Sergio Massa

Sergio Massa

Si se dan esos términos, no lo duden, DÉNLE A LA NACIÓN el refresco institucional, republicano y de sentido común que tanto necesita, después de las vivencias -en muchos casos patéticas- de esta larga, ¡larguísima! «DECADA AGOTADA»

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Claudio J. Bachur

Abogado, conductor del programa Las Buenas y Las Malas que se emite todos los martes a las 19:00 hs. por www.onradio.com.ar Escribe sobre política, actualidad y temas de interes general. Mail: claudio.bachur@lasbuenasylasmalas.com.ar

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